Buenos Aires, 1° de diciembre
de 2013.
Cristianos
para el Tercer Milenio
y la Asociación Teilhard de Chardin
de Argentina luego de celebrar el
domingo último el Primer Encuentro de
Laicos para la Renovación de la Iglesia, hacemos pública la siguiente declaración:
1. Siguiendo las más antiguas
tradiciones doctrinarias de la Iglesia, reafirmadas por nuestro padre Francisco
en la exhortación apostólica Evangelii
Gaudium; instamos a los señores Legisladores a incluir en el proyecto de
reforma del Código Civil y Comercial actualmente en trámite parlamentario, a la
función social del derecho de
propiedad. (1) (2)
2. Reclamamos a la Conferencia Episcopal que informe a la sociedad argentina acerca de los avances y resultados del compromiso asumido en la 104a Asamblea Plenaria del año pasado cuando dijeron con referencia a lo ocurrido durante el terrorismo de estado y con motivo de las acusaciones formuladas por el ex dictador Videla: “Nos sentimos comprometidos a promover un estudio más completo de esos acontecimientos, a fin de seguir buscando la verdad, en la certeza de que ella nos hará libres (cf Jn 8,32). Por ello nos estamos abocando a revisar todos los antecedentes a nuestro alcance”.
3. Finalmente en unidad con nuestros hermanos de La Rioja respaldamos el proceso judicial en desarrollo, para esclarecer el brutal asesinato de Monseñor Enrique Angelelli y conocer la identidad de sus ejecutores y responsables políticos. Brindamos todo nuestro aliento y respaldo solidario a los testigos –religiosos, sacerdotes y laicos- que deberán volver a exponerse, para dar testimonio de la barbarie sufrida por aquellos años y especialmente de las circunstancias que llevaron al martirio a quién fuera fiel testigo del Evangelio y leal servidor de las necesidades de su pueblo.
2. Reclamamos a la Conferencia Episcopal que informe a la sociedad argentina acerca de los avances y resultados del compromiso asumido en la 104a Asamblea Plenaria del año pasado cuando dijeron con referencia a lo ocurrido durante el terrorismo de estado y con motivo de las acusaciones formuladas por el ex dictador Videla: “Nos sentimos comprometidos a promover un estudio más completo de esos acontecimientos, a fin de seguir buscando la verdad, en la certeza de que ella nos hará libres (cf Jn 8,32). Por ello nos estamos abocando a revisar todos los antecedentes a nuestro alcance”.
3. Finalmente en unidad con nuestros hermanos de La Rioja respaldamos el proceso judicial en desarrollo, para esclarecer el brutal asesinato de Monseñor Enrique Angelelli y conocer la identidad de sus ejecutores y responsables políticos. Brindamos todo nuestro aliento y respaldo solidario a los testigos –religiosos, sacerdotes y laicos- que deberán volver a exponerse, para dar testimonio de la barbarie sufrida por aquellos años y especialmente de las circunstancias que llevaron al martirio a quién fuera fiel testigo del Evangelio y leal servidor de las necesidades de su pueblo.
Pidiendo la asistencia y
protección mediadora de Nuestra Madre y Señora de Luján reiteramos nuestro
compromiso permanente con el evangelio de Jesucristo y muy particularmente en
el presente con los esfuerzos transformadores de nuestro padre Francisco.
EQUIPO
COORDINADOR CRISTIANOS PARA EL TERCER MILENIO: Gustavo Bottini; Angel Bruno, Rodolfo Briozzo, Rodolfo
Brardinelli, Ana Cafiero, Cristina
Domeniconi, Juan Leonardo Manazzoni, Roque Luis Miraldi, Beatriz Noceti, Hernán
Patiño Mayer, Alicia Pierini, Fernando Portillo, Felipe Solá.
ASOCIACIÓN
ARGENTINA TEILHARD DE CHARDIN:
Sebastián Maissa, Guillermo Robledo. Gervasio Romero, Sonia Tobal.
(1) El
derecho a la propiedad privada es válido y necesario, pero no anula el valor de tal
principio. En efecto, sobre ella grava «una hipoteca social», es decir, posee, como cualidad
intrínseca, una función social fundada y justificada precisamente sobre el principio
del destino universal de los bienes. (Juan Pablo II; Encíclica Sollicitudo Rei Socialis – 30
diciembre 1987).
(2) Es decir, que la propiedad privada no constituye para nadie un
derecho incondicional y absoluto. No hay ninguna razón para reservarse en uso
exclusivo lo que supera a la propia necesidad, cuando a los demás les falta lo
necesario. En una palabra: «el derecho de la propiedad no debe jamás
ejercitarse con detrimento de la utilidad común, según la doctrina tradicional
de los Padres de la Iglesia y de los grandes teólogos». Si se llegase al
conflicto «entre los derechos privados adquiridos y las exigencias comunitarias
primordiales», toca a los poderes públicos «procurar una solución, con la
activa participación de las personas y de los grupos sociales» (Paulo VI;
Encíclica Populorum Progressio – 26
marzo 1967).
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