jueves, 24 de octubre de 2013

PAPA FRANCISCO

MISAS MATUTINAS EN LA CAPILLA DE LA DOMUS SANCTAE MARTAHE

Discípulos de Cristo y no de la ideología

Jueves 17 de octubre de 2013
Fuente: L’Osservatore Romano, ed. sem. en lengua española, n. 42, viernes 18 de octubre de 2013
 «Cuando un cristiano se convierte en discípulo de la ideología, ha perdido la fe y ya no es discípulo de Jesús». Y el único antídoto contra tal peligro es la oración. Este es el mensaje que el Papa Francisco tomó de la liturgia de la Palabra de la misa celebrada el jueves 17 de octubre por la mañana en Santa Marta.
El Pontífice centró su homilía en el pasaje evangélico de Lucas (11, 47-54) que relata la advertencia de Jesús a los doctores de la ley —«Ay de vosotros, que os habéis apoderado de la llave de la ciencia; vosotros no habéis entrado y a los que intentaban entrar se lo habéis impedido»—, asociando a ello la imagen de «una iglesia cerrada» en la que «la gente que pasa delante no puede entrar» y de donde «el Señor que está dentro no puede salir». De aquí la referencia a esos «cristianos que tienen en su mano la llave y se la llevan, no abren la puerta»; o peor, «se detienen en la puerta» y «no dejan entrar».
¿Pero cuál es la causa de todo ello? El Santo Padre la identificó en la «falta de testimonio cristiano», que se presenta aún más grave si el cristiano en cuestión «es un sacerdote, un obispo, un Papa». Por lo demás, Jesús es muy claro cuando dice: «Id, salid hasta los confines del mundo. Enseñad lo que yo he enseñado. Bautizad, id a las encrucijadas de los caminos y traed a todos dentro, buenos y malos. Así dice Jesús. ¡Todos dentro!».
En el cristiano que asume «esta actitud de “llave en el bolsillo y puerta cerrada”» existe, según el Pontífice, «todo un proceso espiritual y mental» que lleva a que la fe pase «por un alambique» transformándola en «ideología». Pero «la ideología —advirtió— no convoca. En las ideologías no está Jesús. Jesús es ternura, amor, mansedumbre, y las ideologías, de cualquier sentido, son siempre rígidas». Se corre el riesgo de hacer al cristiano «discípulo de esta actitud de pensamiento» antes que «discípulo de Jesús».
Por ello sigue siendo actual el reproche de Cristo: «Vosotros os habéis llevado la llave del conocimiento», pues «el conocimiento de Jesús se ha transformado en un conocimiento ideológico y también moralista», según el mismo comportamiento de los doctores de la ley que «cerraban la puerta con tantas prescripciones». El Papa recordó al respecto otra advertencia de Cristo —contenida en el capítulo 23 del Evangelio de Mateo— contra escribas y fariseos que «lían fardos pesados y se los cargan a la gente en los hombros». Es precisamente a causa de estas actitudes que se desencadena un proceso por el que «la fe se convierte en ideología ¡y la ideología espanta! La ideología expulsa a la gente y aleja a la Iglesia de la gente».
El Papa Francisco definió «una enfermedad grave ésta de los cristianos ideólogos»; pero se dijo también consciente de que se trata de «una enfermedad no nueva». Ya había hablado de ello el apóstol Juan en su primera carta, describiendo a «los cristianos que pierden la fe y prefieren las ideologías»: su «actitud es hacerse rígidos, moralistas, “eticistas”, pero sin bondad».
Entonces es necesario preguntarse qué provoca «en el corazón de ese cristiano, de ese sacerdote, de ese obispo, o de ese Papa» una actitud así. Para el Papa Francisco la respuesta es sencilla: «Ese cristiano no reza. Y si no hay oración», se cierra la puerta.
Así que «la llave que abre la puerta a la fe es la oración». Porque «cuando un cristiano no ora, su testimonio es soberbio». Y él mismo es «un soberbio, es un orgulloso, es uno seguro de sí, no es humilde. Busca la propia promoción. En cambio, cuando un cristiano ora, no se aleja de la fe: habla con Jesús».
El Santo Padre puntualizó al respecto que el verbo «orar» no significa «decir oraciones», porque también los doctores de la ley «decían muchas oraciones», pero sólo «para hacerse ver». En efecto, «una cosa es orar y otra es decir oraciones». En este último caso se abandona la fe, transformándola precisamente «en ideología moralista» y «sin Jesús».
Quienes oran como los doctores de la ley —apuntó el Pontífice— reaccionan de igual modo «cuando un profeta o un buen cristiano les reprocha», utilizando el mismo método que se usó contra Jesús: «Al salir de allí los escribas y los fariseos empezaron a acosarlo implacablemente —dijo, repitiendo las palabras del pasaje evangélico— y a tirarle de la lengua con muchas preguntas capciosas, tendiéndole trampas para cazarle con alguna palabra de su boca». Porque —comentó— «estos ideólogos son hostiles e insidiosos. ¡No son transparentes! Y, pobrecitos, ¡son gente ensuciada por la soberbia!».

De ahí la invitación conclusiva a pedir al Señor la gracia de no dejar nunca «de orar para no perder la fe» y de «permanecer humildes» a fin de no transformarse en personas cerradas «que cierran el camino al Señor».

miércoles, 23 de octubre de 2013

lanacion.com | Martes 22 de octubre de 2013 |
Sin dogmas políticos
La fe está por encima de las ideologías
Los gestos del Papa hacia la Teología de la Liberación deben entenderse como un intento de dar por superados los desencuentros del pasado
Por Roberto Bosca  | Para LA NACION
 
En el bullente escenario del nuevo pontificado, algunos puntos son especialmente sensibles y poseen una capacidad de estruendo que provoca una resonancia de mayor intensidad en la sociedad mediática. Uno de ellos es el de la Teología de la Liberación, un asunto con olor a pólvora.
El caso es que algunos datos, como la visita del teólogo peruano Gustavo Gutiérrez -nada menos que el padre de la criatura-, o incluso ciertas expresiones ("Iglesia de los pobres", "jamás he sido de derecha") han erizado la piel de integristas, fundamentalistas y tradicionalistas, pero también la de muchos fieles cristianos de sensibilidad conservadora.
La contraofensiva ha comenzado en las ciudadelas más radicales, como el lefebvrismo, pero también entre quienes se resisten a abandonar una cultura a la que han acomodado su propia fe. Las acusaciones de ingenuidad, temeridad, ambigüedad, imprudencia, sospecha, claudicación, e incluso traición, habrán así de multiplicarse.
Esta nueva actitud reactiva replica la protagonizada a partir de fin de los años sesenta por el liberacionismo y su eje común reside en que ambas han construido una ideología de la fe. El carácter dogmático de la ideología les confiere un sentido incluso, ocasionalmente, sustitutivo de lo religioso.
En ambos casos a derecha y a izquierda, los elementos culturales han sido categorizados por encima del dato teológico, introduciendo signos extraños a la pureza o a la ortodoxia de la misma fe.
La instrumentación de la política mediante una creencia religiosa o, inversamente, de la creencia religiosa mediante un criterio político constituye el vicio del clericalismo, frecuentemente padecido por los cristianos a lo largo de su transitar en la historia, que el papa Francisco ha criticado en más de una ocasión.
Su antecesor Benedicto agotó su paciencia para llegar a un acuerdo sobre el significado mismo del Concilio Vaticano II y abrir a la derecha un camino de reconciliación e incluso de regreso a la Iglesia. Ahora, Francisco invierte el signo, pero lo hace con la misma función pastoral.
Han transcurrido más de cuatro décadas desde que la Teología de la Liberación rasgó como un rayo el sereno cielo eclesiástico. Tratándose de un asunto complejo, no faltaron malentendidos y simplificaciones que suscitaron situaciones pintorescas, pero también trágicas.
El nuevo cuadro eclesial acredita preguntarse si el Papa no habrá considerado que, tras casi medio siglo en el que ha pasado mucha agua bajo el puente, acaso haya llegado la hora de dialogar con el otro, a quien se consideraba el malo de la película.
En una mirada ideológicamente desprejuiciada y objetiva, la figura de Jesucristo resiste su ubicación a la derecha o a la izquierda, y no puede identificarse con una actitud integrista o progresista, sino que en sus dos brazos abiertos en cruz incluye a todo el género humano.
Con esta nueva instancia inaugurada en la vida de la Iglesia, podría arribar también un momento de purificación y de integración, y hay motivos para preguntarse si los cristianos no enfrentan una providencial ocasión histórica para superar esas categorías que no le han hecho un bien al mensaje del fundador.
Un diálogo con el otro distinto o el reclamo de una Iglesia despojada de superfluidades no significa otra cosa que apuntar a lo esencial. Pretender una actitud ambigua o claudicante en el querer desprenderse de ciertas adherencias culturales que no representan propiamente la fe, sino que a veces involucran verdaderas frivolidades (como el color de un par de zapatos), podría constituir un verdadero error de perspectiva.
Cuando sobrevino el movimientismo revolucionario francés de cuño liberal, el magisterio eclesiástico condenó su antropología contraria al concepto de persona tal como lo sustentaba la tradición cristiana, pero con el paso del tiempo es la misma Iglesia la que ha reconocido como propias sus intuiciones legítimas, como la libertad, la igualdad y la fraternidad.
¿Se propone ahora Francisco valorar los aportes igualmente legítimos del socialismo, como confusamente lo intentaron en los años 70 los teólogos de la liberación? Esta posibilidad hace del momento actual una instancia sugerente.
Si se han de poner los puntos sobre las íes, hay que decir que la Teología de la Liberación no es un movimiento homogéneo, sino surcado por una diversidad de elementos muy distintos e incluso opuestos. No hay una Teología de la Liberación, sino muchas. De ahí que no sea posible trazar un juicio unívoco sobre ellas.
Pero hay que puntualizar también que la Teología de la Liberación como tal nunca fue condenada por la Iglesia. En efecto, ninguno de los dos documentos en los que, a mediados de los años 80, la Santa Sede trató a fondo la cuestión -con la intervención del entonces cardenal Joseph Ratzinger- consideró tal posibilidad.
La pura verdad es que el primero de esos documentos sólo puntualizó algunas objeciones, fundamentalmente sobre la utilización del análisis marxista (que no tuvo un carácter general), y el segundo confirmó que la liberación, no sólo la liberación del pecado sino de sus consecuencias temporales, es una misión esencial de la Iglesia.
De este modo, la descalificación de la Teología de la Liberación que muchos cristianos realizan en términos absolutos aún en nuestros días debe explicarse por su ligereza, sus preconceptos o su desconocimiento de la cuestión, o bien por otorgar a sus opiniones personales un valor superior al del propio magisterio eclesiástico, sin descartar una lisa y llana mala fe.
Pero eso no es todo. Varios aportes de las corrientes liberacionistas, luego de depurados sus aspectos ambiguos o inconciliables con la doctrina del propio magisterio, han sido incorporados a él. Interpretarlos de un modo simplista como una infiltración de izquierda en la doctrina de la Iglesia representa un desconocimiento del más puro mensaje evangélico, una instrumentación ideológica de la fe cristiana, y constituye, en definitiva, una verdadera falsedad.
Pueden darse varios ejemplos: la opción por los pobres, las estructuras de pecado, el pecado social, la Iglesia de los pobres, la dimensión política de la fe e incluso el mismo concepto de teología de la liberación. Todos estos contenidos teológicos se entroncan con el más puro corazón del auténtico cristianismo y, ciertamente, ellos estaban ahí presentes, pero gracias a la Teología de la Liberación se han podido ver con más hondura y claridad.
En la historia del cristianismo las herejías han tenido también un efecto saludable porque han permitido que asomen aspectos de la fe que no habían sido advertidos o habían sido olvidados u oscurecidos, y así, el patrimonio religioso se ve enriquecido: del error surge la virtud.
Hay que reconocer que los cristianos han dado un espectáculo lamentable cuando en los años 70 se enfrentaron a tiros, matándose unos a otros. Todo eso ahora ha quedado atrás y el Papa parece querer invitar no sólo a los fieles, sino también a todos los hombres de buena voluntad a unirse en la construcción de una sociedad más justa y más humana, sin preguntarles si son de izquierda o de derecha.
Los cristianos que comparten una misma fe gozan de una legítima libertad en materia política, por la cual, en el amplio marco de la doctrina social expresada por el magisterio eclesiástico, pueden elegir distintas opciones igualmente válidas, todas ellas situadas en diversos lugares identificados tanto en la izquierda como en la derecha.
Con su nuevo estilo fundamentalmente inclusivo que remueve las mentalidades farisaicas en la Iglesia, el Papa invita ahora a todos a dejar de insistir en estas categorías como si fueran absolutos morales, a sacudirse una pesada carga de rencores, prejuicios y desconfianzas y a comprender que, por encima de ellas, hay un núcleo fundamental que puede deshacer, si ellos quieren, cualquier división entre los hombres. Algo muy sencillo de comprender, pero no tan fácil de vivir.
El Papa ha leído los signos de los tiempos y asume la radicalidad del mensaje evangélico. Ahora el mundo espera de los cristianos esa misma fidelidad a su identidad fundamental. Todo un desafío para quienes han asumido la vocación esencial del cristianismo, que es el lenguaje universal del amor.

© LA NACION.


sábado, 19 de octubre de 2013

Especial de Prensa

Phil Wheaton: “Hay una nueva concientización del pueblo chileno y eso es una inspiración”

Diario Uchile | Viernes 13 de septiembre 2013 


wheaton

Sacerdote episcopal anglicano, misionero en Centroamérica, en Chile durante la Unidad Popular. El recorrido cultural y geográfico de Phil Weathon es amplio, con especial mirada a lo que ocurre en nuestro país durante esta semana. También, un análisis crítico a la postura de Barack Obama y Estados Unidos con su manejo imperialista de la política internacional.


Phil Wheaton (en la foto junto a guerrilleros en El Salvador), teólogo de la liberación, sacerdote episcopal anglicano, historiador, misionero en Centroamérica (República Dominicana, Costa Rica y Nicaragua), Pastor de la Congregación Ecuménica de Cristo en Washington, tiene un amplio historial de experiencia junto a los pueblos. Miembro del Comité de Solidaridad Indígena, miembro de muchas organizaciones de solidaridad, estuvo en Chile en la conmemoración de los 40 años del Golpe Militar, y entrevistado por Juan Pablo Cárdenas, nos compartió su visión de un país en el cual estuvo durante la época de la Unidad Popular.
El reciente Premio Nacional de Artes, Alfredo Jaar, declaraba que “los norteamericanos no sólo contribuyeron a derrocar a la UP el 11 de Septiembre, sino que nos robaron la fecha, por el ataque a las Torres Gemelas” ¿Qué sentimiento tiene usted ante esta fecha y esos dos sucesos históricos?
- Tengo una perspectiva más histórica para interpretar lo que pasó en esa fecha, es algo típico del Pentágono y la CIA de usar fechas de lo que hicieron en el pasado y aplicarlo para nuevos eventos, ya que ambas cosas tienen los mismos números. Yo estaba acá durante el gobierno de Allende y supe lo que hizo Henry Kissinger en Estados Unidos, es un recuerdo vivo. Muchos amigos volvieron huyendo, y vivimos juntos por cerca de diez años en una casa, y compartían conmigo mucho de lo que pasaba acá. Los enlaces de tiempos y experiencias es una cosa muy personal.
Los chilenos estamos muy aislados, por ejemplo no conocemos mucho el fenómeno por lo que pasó en Nueva York, pero nos preciamos de la solidaridad que hemos recibido del mundo. Quisiera preguntar tu impresión por el recuerdo del mundo hacia la figura de Salvador Allende.
- Año a año, conmemoramos en el mismo lugar donde ocurrió el atentado contra Orlando Letelier. Recordamos las matanzas, y Pinochet estuvo en Washington DC con permiso de libre tránsito, sin ninguna mención del gobierno de los EEUU sobre lo que pasó aquí, entonces esos eventos son importantes para nosotros, recordar cada año, y es algo a lo que asistimos para nunca olvidar. Siempre hay un número amplio de personas que asisten, pero el público en general no hace la conexión y se olvida del pasado. Para mí es algo personal, es parte de la historia del pasado, lo que guarda para nosotros el pasado es información que debemos sacar para entender el presente. Allende es una persona importante, nosotros tenemos que recordar, creo que es nuestro trabajo para despertar en la mente de otros.
En su biografía leo que, además de pastor anglicano, se define como antimperialista. En ese sentido, ¿cuál es su posición ante el rol del presidente Obama en el escenario internacional?
- Es interesante, el pueblo norteamericano no sabe lo que significa el imperialismo. Hay libros que hablan de lo que pasó en la formación de los Estados Unidos, cuando hay argumentos en la formación de la República, y se admite que “ahora estamos convencidos que esta Constitución es la mejor y jamás desarrollada para el desarrollo de nuestro imperio y la libre expresión”. Este tema fue un principal argumento inteligente, los padres fundadores de este país ya lo fijaron.
Pensamos en la idea que las intervenciones tendrían un enorme respaldo popular. Si bien la gente tenía que soportar que los soldados volvieran en ataúdes, ahora vemos una mayoría que no quiere invadir Siria, pero pareciera que eso ya no le importa al Presidente Obama y la clase política.
- Está en la mente de todos los norteamericanos. Lo de Siria es algo presente, pero está la guerra en Vietnam como precedente, un total fracaso, y la gente estaba en contra de ello. El Presidente tuvo que sacar sus tropas, no podíamos seguir perdiendo vidas, y no teníamos los recursos para mantener un ejército con “botas en la tierra”, como decimos. Es un factor absoluto para todos los países, pero es cierto que cuando uno vive en un imperio, hay muchos beneficios. No importa si es Babilonia, Roma u otro imperio, son los que proveen a su pueblo de muchos beneficios, que vienen de recursos naturales de países que intervinieron. En el caso de Afganistán, es conocido como el cementerio de los imperios. Diferentes imperios lo han invadido, y la gente no se da cuenta que los EEUU sólo somos uno de ellos, y fracasamos como pasó en Vietnam.
Está el argumento de armas de destrucción masivas, o ahora, armas químicas. Luego aparecen los drones, los aviones no tripulados, con bandera norteamericana. ¿Puede considerarse un drone un arma de destrucción masiva?
- El desarrollo de drones es el sustituto ideal para las guerras del futuro. En vez de soldados, estos drones estarán escondidos en lo que se llama nenúfares, lugares ocultos detrás de montañas, y salen para matar a personas sin nadie a bordo. Esto se compartirá con otros países, es un negocio que crece rápidamente. El otro día estuvimos en uno de los principales edificios de Washington en una presentación oficial de los drones y la venta de ellos. Hay gente que ha enfrentado al presidente de los Estados Unidos respecto de la guerra por drones, hay un libro ‘¿Cómo matar vía control remoto?’, y se le vendía a la gente que asistió a esa presentación. Y hay gente que dice que se está lanzando la venta de drones, y cada país tendrá escondido un drone listo para atacar en algún momento de emergencia.

En el mundo se sospecha de un ataque que planea Obama a Siria para probar el ataque por drones. Digo Obama porque tuve esperanza en este presidente negro, leí dos libros sobre su vida y me sentía en presencia de un liderazgo que prometía un cambio. Ahora soy uno de los decepcionados de su gobierno. ¿Cuál es su impresión respecto de la gestión de Barack Obama?
- Yo voté por Obama, en la primera elección, y tenía la misma esperanza, como muchos norteamericanos, en la diferencia a contribuir en esto, pero hay una decepción incluso desde los demócratas. Los representantes de los republicanos son peores, pero es una cosa muy curiosa. Creo que él es una persona sumamente inteligente y afable, se mezcla muy bien con la gente, no en la parte racial, no creo que sea un don de su gestión, quizá de su esposa. Pero incluso en Chicago, la gente ya no tiene confianza en él, es un proceso de tratar a entender qué hay en su alma, cuáles son sus motivos y fines para ese proceso, y ha generado profundas divisiones no sólo entre los partidarios, sino entre toda la población. Tenemos que entender eso, no podemos entenderlo sin que nuestro país deje de ser un imperio, con grandes recursos y beneficios. Muchos norteamericanos privilegian los beneficios. En cuanto a las guerras, buscamos matar a los rusos, a los afganos, a gente en otros países. Ahora vemos que el capitalismo surge en Vietnam, los comunistas están embargados, entonces el motivo queda como una mala excusa para las guerras.
Uno ve que en algunas partes del mundo se ve un acercamiento entre las comunidades cristianas y los movimientos sociales de América. Da la sensación de un comunismo real que puede convivir con el cristianismo más auténtico. En ese sentido, ¿qué opinión tiene de la causa zapatista, o bien, de los mapuches?
- Estados Unidos colaboró con la muerte de indígenas. Tenemos el caso de Rigoberta Menchú en Guatemala, quien recibió el Premio Nobel de la Paz, y creo que era totalmente merecido, y eso significa aceptar que ella presenció la matanza y que sus padres fueran quemados, en su presencia, por parte de un ejército dirigido desde Estados Unidos. Obama recibió el Premio Nobel a la Paz, y la gente se pregunta qué ha hecho por la paz, y quizá qué día hará algo, porque él está apoyando el aumento de guerras cuando se inició en la presidencia. Con el fin de eliminar a los talibanes, fue su argumento, y entró en Medio Oriente con la razón de sacar el petróleo, fue un timo, no hay otra excusa, entonces tenemos que ir al fondo de las cosas y ver cuál es el motivo real. Hay gente que dice que hay que ir a la política profunda para saber qué está pasando, ver el papel de las transnacionales, con sus intereses en los recursos naturales, y eso perjudica a los indígenas, en este caso los mapuches, o bien de los zapatistas.

En la Araucanía tenemos una confrontación no solo entre mapuches y el Estado, sino entre los intereses culturales mapuches y quienes quieren ganar dinero con industrias que atentan contra el ecosistema en esta zona. Usted ha sido crítico de esta industria biológica, y de Monsanto específicamente. ¿Cuál es su visión de los productos transgénicos en la agricultura?
- Yo he estado en fincas de Monsanto, campos gigantes que no ves el fin de los terrenos. Esto en San Fernando, sexta región, y la gente nos explicaba de los transgénicos. Nosotros sabíamos, pero él nos mostraba los productos, muy raros, con raíces con otro color, parecen plásticos en su forma, y sirven para una sola estación, y no se reproducen. Un pequeño campesino estará a voluntad del deseo de Monsanto, con la necesidad de comprar sus semillas en cada temporada. Y hay mucha oposición a un grupo de pocas personas que quieren implementar este sistema, hay muchos que se quejan de la presencia de Monsanto.
Esta producción de transgénicos está en el Tercer Mundo, ¿en Estados Unidos esto se permite sin control como acá?
- En Minnesota hay algún desarrollo, pero no tengo suficiente información, pero sabemos que está activo allá, y prepara desde ahí también una expansión mundial. Esto implica al futuro que se eliminen producciones agrícolas que sean para el desarrollo. Esto para tener que pagarles a ellos por nuestro sostén, o porque no habrá suficiente producción de países pobres para conseguir vegetales.
Uno imagina que Monsanto tendrá el control de las semillas y de los precios, manejando la producción, nunca con un fin altruista, menos para ayudar a los que no tienen tierras. Además de lo que podría comprobarse como dañino para la salud humana. ¿Hay conciencia en EEUU de lo que está pasando?
- Tenemos que mirar el medioambiente, porque eso afecta y estamos viendo que este es uno de los años más desastrosos por los efectos del medioambiente, resultado de cómo estamos usando nuestros recursos. Creo que hay posibilidad de que varios sectores agrícolas en EEUU no puedan producir por las condiciones ambientales, es un momento muy precario respecto de la alimentación y del cambio climático.
No puedo dejar de preguntarle, satisfacer mi inquietud de porqué un sacerdote está preocupado de estos temas. Los evangelios son de por sí una política libertaria y revolucionaria, desde cierta mirada. ¿En qué basa una obligación de los creyentes de luchar por la justicia, el cambio, y oponerse al imperialismo y la acumulación de la riqueza? ¿Cómo concilia el estar dedicado a estos temas, con un espíritu evangélico o político?
- La respuesta está en el Viejo y el Nuevo Testamento, la palabra profética es desenmascarar a los poderes injustos en el mundo, ese es el rol y es parte del Antiguo Testamento, es la parte más numerosa y profunda, con mayor acercamiento por los pobres y rechazo de los imperios, el rey David de corrompió, también Salomón, y ahí surgen los profetas revelando esto. El Apocalipsis es un libro que anticipa lo que pudiera venir si abandonamos la justicia. Hay tres factores fundamentales, uno es la verdad, no se puede mentir, es muy importante. Segundo, la justicia, ser justo para todos en el mundo. Tercero, el amor, la compasión con los nadie, los que no tienen importancia, y eso es importante. Jesús era un profeta y desafió al Imperio Romano, entonces debemos entender su rol activo de base con los pobres, donde empezó su movimiento. Eso es nuestro llamado como cristianos, el principal punto de la Biblia en cuanto a la palabra. La palabra profética es nuestra arma, no es matar a alguien, sino desenmascarar y hablar con la verdad.
Finalmente, ¿Con qué impresión te vas de Chile al ver este país a 40 años del Golpe?
- Fui a la marcha el domingo pasado, en el Cementerio General. Dijeron 30 mil personas, pero creo que fueron más de 50 mil personas. Había mucha convicción de lo que Salvador Allende representa para Chile. Es importante estar ahí y testificar. Creo que en esta situación, estamos mirando una resurrección del pueblo chileno, ha habido tantos libros nuevos de lo que ocurrió en el pasado, que hay un despertar, una nueva conciencia, y eso no está mencionado en la prensa ni en El Mercurio. Apareció Clarín luego de 40 años, entonces veo una iluminación expandiéndose en el pueblo, mucha gente preocupada por lo que está pasando. Lo llamaría una nueva concientización del pueblo chileno, y eso para mí es una inspiración.

viernes, 18 de octubre de 2013

La reforma de la curia será amplia, gentil y con gran consenso
El cardenal Maradiaga en entrevista al diario l'Unita', ex órgano del partido comunista
Ciudad del Vaticano, 07 de octubre de 2013 
Zenit.org

El cardenal hondureño Óscar Rodríguez Maradiaga, presidente de Caritas Internacional, y jefe del nuevo Consejo de Cardenales compuesto por ocho purpurados de diversos países que le ayudarán al papa en su reforma, concedió una entrevista publicada este domingo por el diario italiano de izquierda l'Unita'.
En sus declaraciones al ex órgano oficial del Partido Comunista Italiano, el cardenal indicó que la reforma que realizará el papa Francisco en la Iglesia será amplia, pero al mismo tiempo gentil y con gran consenso. Precisó que Juan Pablo II fue decisivo en la caída de la Unión Soviética, Benedicto XVI consolidó diversos pilares fundamentales de la fe, y "ahora con el papa Francisco ha llegado el momento de acercar más al pueblo de Dios a través del cariño y de las cosas simples, pero esenciales para la vida cristiana que tocan los problemas de cada día y especialmente los corazones”.
 “La prioridad --inició el cardenal-- es la reforma del sínodo de los obispos, organismo de la Iglesia que ayuda al pontífice en sus decisiones”.  Y precisó que el santo padre quiere el aporte de ellos y de sus países, trabajando incluso a distancia, por ejemplo con internet. Consideró que será una reforma interesante, porque “la sinodalidad, la relación de colaboración de los obispos con el pontífice, indicada por el Concilio Vaticano II no fue muy desarrollada”.
Otra reforma que se quiere realizar --prosiguió el cardenal hondureño-- es la reforma de la Secretaría de Estado y la nueva estructuración de la Curia Romana y de sus dicasterios”. y precisó que "no son retoques, sino una reforma de la Curia. Necesitaremos tiempo. No se esperen que sea para el año próximo” esto porque “queremos que el proyecto sea discutido con quienes viven aquellas situaciones, que tienen experiencia, y para que den su aportación” dijo.
Para ello los cardenales que forman parte de la comisión han realizado sondeos en sus continentes, recogiendo un material precioso e interesante, pero no solo, también el cardenal Bertello, prefecto del Gobernatorato de la Santa Sede, realizó un importante trabajo recogiendo sugerencias propuestas por la misma Curia Romana. Y precisó que ahora este material está siendo sistematizado.
Maradiaga consideró que la unificación de los dicasterios de la Curia Romana es una necesidad evidente. Y que fueron los cardenales en las reuniones anteriores al cónclave los que consideraron que “la Curia ha crecido mucho y que es difícil que pueda trabajar con agilidad”. Aunque el tema fue apenas abordado y será necesario examinar las diversas situaciones.
Sobre los dicasterios que se ocupan de la parte económica de la Santa Sede, dijo, “no hemos aún enfrentado este punto. Estamos esperando que concluyan su trabajo las dos comisiones instituidas por el santo padre".
Admitió también que “no se entiende porqué el Vaticano no pueda tener, como sucede en los otros estados, un ministerio de las finanzas que reagrupe a todos los actuales dicasterios” y que esta hipótesis la indicó el cardenal Nicora.
Sobre el Instituto de Obras de Religión (IOR), consideró que “hay que superar la actual ambigüedad de una fundación que no es un banco” y precisó que sobre el tema “se están ocupando otras dos comisiones”, si bien hay algo sobre lo que no existen dudas: “la transparencia es la mejor respuesta”.
Sobre los últimos pontificados consideró que “nadie había sospechado que Juan Pablo II venido desde Polonia, habría derrumbado la cortina de hierro; después el papa Benedicto puso firmes algunas bases teológicas fundamentales, como el amor, la esperanza y la fe. Ahora con el papa Francisco ha llegado el momento de acercar más al pueblo de Dios a través del cariño y de las cosas simples, pero esenciales para la vida cristiana que tocan los problemas de cada día y especialmente los corazones”.
“Estamos – prosiguió el cardenal-- en esta etapa de la Providencia que nos lleva a estar más cerca de las enseñanzas del Concilio Vaticano II”. Y consideró que “también la reforma de la Curia responde a esta exigencia: no un organismo fuera y arriba del mundo, pero en el mundo y que busca servirlo” porque “el concepto que Francisco tiene de la autoridad es el servicio”.
Otro tema fue la situación de Siria y la jornada de ayuno y oración: “Fue un milagro. Esas sanciones que Estados Unidos querían aplicar en Siria hubieran llevado a la guerra y esos misiles habrían provocado más destrucción y sufrimiento”. Añadió que la carta del santo padre al presidente Putin tuvo un efecto extraordinario “fue un hecho importantísimo en la historia del mundo. Fue un remezón saludable en la conciencia de todos”.
Sobre el drama de la inmigración, incluso de Centroamérica con Estados Unidos, el cardenal consideró que para “evitar tragedias de este tipo es necesario que haya más vigilancia contra los traficantes que se aprovechan de este drama”. Pero también es necesario “estimular a los gobiernos para que presten más atención a la juventud”.  Porque “no hay interés por el destino de tantos jóvenes. No tienen un horizonte. Es un dolor”.
Y el director de la Cáritas Internacional concluye la entrevista indicando que en el mundo globalizado es necesario una economía que no se base solamente en el lucro, pero también en la solidaridad”.
(07 de octubre de 2013) © Innovative Media Inc.



Un sínodo para tratar los desafíos de la familia

Será del 5 al 19 de octubre de 2014, y servirá para continuar la reflexión y el camino de la comunidad de la Iglesia, en el contexto de la nueva evangelización.
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El Papa Francisco ha decidido convocar una asamblea general extraordinaria del Sínodo de Obispos que se celebrará del 5 al 19 de octubre de 2014 sobre los desafíos pastorales de la familia en el contexto de la evangelización.
La oficina de prensa del Vaticano confirmó así la decisión de Francisco de organizar un sínodo de carácter extraordinario el próximo año y de que el asunto principal sea el de la familia y algunas de las problemáticas que se presentan en la Iglesia, como la acogida y la distribución de la comunión y de otros sacramentos a los católicos divorciados que se vuelven a casar.
El portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, destacó hoy la importancia de la organización de un sínodo "extraordinario" sobre este tema ya que "de esta manera el papa quiere continuar la reflexión y el camino de la comunidad de la Iglesia con la participación responsable del episcopado de todo el mundo".
La posibilidad de que estos puntos se abordaran en un Sínodo ya había surgido durante la ronda de reuniones que se celebraron los pasados 1, 2 y 3 de octubre entre el Papa argentino y el consejo de ocho cardenales que ha creado para asesorarle sobre el gobierno de la Iglesia y la reforma de la Curia.
En estas citas se habló también de cómo reorganizar la celebración de estos sínodos, las reuniones de los miembros de los episcopados de todo el mundo, para que fueran más fructíferos.
A diferencia que en los sínodos ordinarios, donde participan todos los obispos, en los de carácter extraordinarios participan los patriarcas, los presidentes de las conferencias episcopales nacionales y los responsables de los dicasterios de la curia romana.
El anuncio sobre la organización de este sínodo extraordinario se realiza después de que la diócesis de Friburgo, en el sur de Alemania, la más grande de las 27 que componen el país, haya manifestado su intención de abrir la posibilidad de que los casados en segundas nupcias puedan acceder de nuevo a los sacramentos católicos.
Lombardi explicó que "proponer soluciones pastorales por parte de personas u oficinas locales puede correr el riesgo de crear confusión".
El último sínodo se celebró en octubre de 2012 y bajo el tema: "La nueva evangelización para la transmisión de la fe cristiana".
Hasta ahora se habían celebrado dos asambleas generales extraordinarias: una en 1985 con ocasión del vigésimo aniversario de las conclusiones del Concilio Vaticano II y la otra en 1969 sobre la cooperación entre la Santa Sede y las conferencias episcopales.


jueves, 17 de octubre de 2013

CARTA DEL SANTO PADRE FRANCISCO

CON MOTIVO DE LA BEATIFICACIÓN DEL CURA BROCHERO

Excmo. Mons. José María Arancedo
Arzobispo de Santa Fe
Presidente de la Conferencia Episcopal Argentina
Querido hermano:

Que finalmente el Cura Brochero esté entre los beatos es una alegría y una bendición muy grande para los argentinos y devotos de este pastor con olor a oveja, que se hizo pobre entre los pobres, que luchó siempre por estar bien cerca de Dios y de la gente, que hizo y continúa haciendo tanto bien como caricia de Dios a nuestro pueblo sufrido.
Me hace bien imaginar hoy a Brochero párroco en su mula malacara, recorriendo los largos caminos áridos y desolados de los 200 kilómetros cuadrados de su parroquia, buscando casa por casa a los bisabuelos y tatarabuelos de ustedes, para preguntarles si necesitaban algo y para invitarlos a hacer los ejercicios espirituales de san Ignacio de Loyola. Conoció todos los rincones de su parroquia. No se quedó en la sacristía a peinar ovejas.
El Cura Brochero era una visita del mismo Jesús a cada familia. Él llevaba la imagen de la Virgen, el libro de oraciones con la Palabra de Dios, las cosas para celebrar la Misa diaria. Lo invitaban con mate, charlaban y Brochero les hablaba de un modo que todos lo entendían porque le salía del corazón, de la fe y el amor que él tenía a Jesús.
José Gabriel Brochero centró su acción pastoral en la oración. Apenas llegó a su parroquia, comenzó a llevar a hombres y mujeres a Córdoba para hacer los ejercicios espirituales con los padres jesuitas. ¡Con cuánto sacrificio cruzaban primero las Sierras Grandes, nevadas en invierno, para rezar en Córdoba capital! Después, ¡cuánto trabajo para hacer la Santa Casa de Ejercicios en la sede parroquial! Allí, la oración larga ante el crucifijo para conocer, sentir y gustar el amor tan grande del corazón de Jesús, y todo culminaba con el perdón de Dios en la confesión, con un sacerdote lleno de caridad y misericordia. ¡Muchísima misericordia!
Este coraje apostólico de Brochero lleno de celo misionero, esta valentía de su corazón compasivo como el de Jesús que lo hacía decir: «¡Guay de que el diablo me robe un alma!», lo movió a conquistar también para Dios a personas de mala vida y paisanos difíciles. Se cuentan por miles los hombres y mujeres que, con el trabajo sacerdotal de Brochero, dejaron el vicio y las peleas. Todos recibían los sacramentos durante los ejercicios espirituales y, con ellos, la fuerza y la luz de la fe para ser buenos hijos de Dios, buenos hermanos, buenos padres y madres de familia, en una gran comunidad de amigos comprometidos con el bien de todos, que se respetaban y ayudaban unos a otros.
En una beatificación es muy importante su actualidad pastoral. El Cura Brochero tiene la actualidad del Evangelio, es un pionero en salir a las periferias geográficas y existenciales para llevar a todos el amor, la misericordia de Dios. No se quedó en el despacho parroquial, se desgastó sobre la mula y acabó enfermando de lepra, a fuerza de salir a buscar a la gente, como un sacerdote callejero de la fe. Esto es lo que Jesús quiere hoy, discípulos misioneros, ¡callejeros de la fe!
Brochero era un hombre normal, frágil, como cualquiera de nosotros, pero conoció el amor de Jesús, se dejó trabajar el corazón por la misericordia de Dios. Supo salir de la cueva del «yo-me-mi-conmigo-para mí» del egoísmo mezquino que todos tenemos, venciéndose a sí mismo, superando con la ayuda de Dios esas fuerzas interiores de las que el demonio se vale para encadenarnos a la comodidad, a buscar pasarla bien en el momento, a sacarle el cuerpo al trabajo. Brochero escuchó el llamado de Dios y eligió el sacrificio de trabajar por su Reino, por el bien común que la enorme dignidad de cada persona se merece como hijo de Dios, y fue fiel hasta el final: continuaba rezando y celebrando la misa incluso ciego y leproso.
Dejemos que el Cura Brochero entre hoy, con mula y todo, en la casa de nuestro corazón y nos invite a la oración, al encuentro con Jesús, que nos libera de ataduras para salir a la calle a buscar al hermano, a tocar la carne de Cristo en el que sufre y necesita el amor de Dios. Solo así gustaremos la alegría que experimentó el Cura Brochero, anticipo de la felicidad de la que goza ahora como beato en el cielo.
Pido al Señor les conceda esta gracia, los bendiga y ruego a la Virgen Santa que los cuide.
Afectuosamente,
FRANCISCO
Vaticano, 14 de septiembre de 2013





lunes, 14 de octubre de 2013

Guillermo Robledo y la columna de Benegas Lynch.

Estimados amigos, bienvenida la reflexión de Benegas sobre la propiedad. Nos brinda una buena oportunidad para sincerar y visibilizar la situación de la propiedad en el mundo. De hecho nosotros en la carta fundacional del Movimiento Helder Camara proponemos  que dentro del sinceramiento que tendría que producir un nuevo concilio debe  estar confeccionar un censo de la estructura de propiedad de las multinacionales en el mundo. Obviamente que don Benegas va a empalidecer por esta actualización doctrinaria de la Teología de la Liberación. 
Pero lo hacemos para defender el derecho de propiedad y la seguridad jurídica del Pueblo de Dios. 
Porque la notable sorpresa que dará semejante censo es que la propiedad de la multinacionales en el mundo ha pasado en los últimos treinta años a manos de los fondos de pensión de los trabajadores.
Esta sovietización del capitalismo simulado generará en Benegas un riesgo de infarto .Que no será por un atentado guerrillero inspirado en el cura colombiano Camilo Torres, sino la natural consecuencia del desmoronamiento intelectual que esta realidad histórica provocará en el dogmatismo. 
También esta nueva evolución de la Noosfera, socialización y enrrollamiento que pronosticó Teilhard como inevitable, sacudirá también  a los dogmatismos progresistas que tienen mas prensa que Benegas. 
Ellos deberían ser los visibilizadores naturales de este salto . Pero no lo asumen pese a que los datos científicos sobre el fenómeno son públicos. 
Hemos hablado el tema con Francisco antes que sea Papa , y le pareció interesante. Para nosotros es un canal de diálogo universal que se desarrollará en los próximos años entre los pueblos del mundo. Incluido el Pueblo de Dios. 
Es más, con Francisco creemos que el Pueblo de Dios tiene que encabezar ese diálogo. Actualizando la Doctrina Social de la Iglesia. 
Situación que terminará, ahora si, en un infarto masivo del pobre Benegas. Pero siempre lo recordaremos con un gran agradecimiento por haber ayudado a debatir sobre la propiedad y visibilizar la autoexplotación a que se someten los trabajadores vía sus propios fondos de pensión. 
Situación que tendremos que resolver de la mano de Francisco. 

Guillermo Robledo - Asociación Teilhard de Chardin de Argentina  

sábado, 12 de octubre de 2013

Mensaje del Grupo de Curas en la Opción por los Pobres
Mensaje a la sociedad argentina con motivo de las próximas elecciones legislativas del 27 de octubre
En nuestro pasado encuentro nacional de curas, en agosto, hicimos llegar a la sociedad un mensaje con motivo de los 30 años de democracia. Celebrando una nueva jornada electoral el próximo 27 de octubre, quisiéramos invitar –en ese mismo marco- a nuestras hermanas y hermanos argentinos a reflexionar juntos:
En política se eligen “proyectos”, es decir, propuestas del país que queremos, y los medios para lograrlo. Como grupo de curas, no imaginamos ni queremos un proyecto que no pretenda ser cada vez más inclusivo, en el que los pobres sean no solamente destinatarios de buenas políticas sino verdaderos protagonistas.
En un “proyecto” se tiene en cuenta de dónde venimos, dónde estamos y hacia dónde queremos ir. Invitamos a todas y todos a recordar las consecuencias funestas del neoliberalismo de los 90, continuación de lo empezado en la dictadura cívico-militar, y alertamos ante los intentos visibles o encubiertos que pretenden que volvamos a esa “noche oscura”. No hace falta demasiada memoria para recordar cómo ese proyecto hundió el país y provocó hambre, desocupación, injusticia, desigualdades y muerte.
Reconocemos muchos logros en nuestro momento presente, como la recuperación de la producción y el empleo, el mejoramiento de los principales indicadores sociales; la discusión del salario en paritarias; la Asignación Universal por Hijo y madres embarazadas; el plan Conectar Igualdad y el plan ProCreAr; una más justa movilidad jubilatoria, y la recuperación de la jubilación solidaria; el lugar dado a la Educación y la importancia que las escuelas primarias y secundarias tienen a lo largo y ancho del país: en 10 años se sextuplicó el presupuesto educativo y se crearon nueve universidades públicas y el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva; la mayor presencia del Estado en inversiones para beneficio público y control de la actividad privada o en la re-estatización de algunos servicios, ya que las empresas deben servir a un proyecto de país y no a los arbitrios del capital.
Sabemos que falta mucho todavía. Observamos limitaciones en lo referido a la desvalorización del poder adquisitivo del salario afectado por la inflación y la necesidad de una más justa distribución de la renta y la movilidad social ascendente que siga disminuyendo los niveles de pobreza; la incidencia negativa del empleo no registrado, aun cuando se ha reducido significativamente desde fines de 2003; el acceso a la vivienda y la tierra como derechos constitucionales por encima de las imposiciones del mercado.
Como creyentes cristianos que somos no podemos olvidar la Doctrina Social de la Iglesia a la hora de decidir un voto.  Y en estos valores podemos coincidir también con muchos no cristianos o no creyentes de nuestra patria. No podemos pensar en votar proyectos basados en la autodenominada ortodoxia económica del libre mercado. El proyecto económico liberal se opone a la mirada cristiana, ya que la libre competencia y la acumulación de lucro se convierten en absolutos en pos de los cuales “se sacrifica todo, acentuando la desigualdad y la marginación de las grandes mayorías” (Puebla 194).  Un proyecto inclusivo no consiste en dar migajas a los pobres, porque “no se trata sólo de dar lo superfluo a quien está necesitado, sino de ayudar a pueblos enteros -que están excluidos o marginados- a que entren en el círculo del desarrollo económico y humano; esto será posible no sólo utilizando lo superfluo que nuestro mundo produce en abundancia, sino cambiando sobre todo los estilos de vida, los modelos de producción y de consumo, las estructuras consolidadas de poder que rigen hoy la sociedad” (Centesimus Annus 58). El papa Francisco ha señalado también que “la adoración del antiguo becerro de oro ha encontrado una versión nueva y despiadada en el fetichismo del dinero y en la dictadura de la economía sin un rostro y un objetivo verdaderamente humano” (Discurso a los embajadores de Kirguistán, Antigua y Barbuda, Luxemburgo y Botswana, 16/5/2013).
Los cristianos no podemos votar proyectos basados en el liberalismo económico que acentúen el individualismo y la primacía de la ganancia personal. Hemos de fijar la mirada en proyectos colectivos e inclusivos, con fuerte presencia del Estado como garante de lo público y regulador de la igualdad de oportunidades desde la justicia social y el bien común, ya que la propiedad privada no es un dogma intocable, debe tener un sano límite impuesto por la necesidad de todos. Dice el Concilio Vaticano II que “Dios ha destinado la tierra y cuanto ella contiene para el uso de todo el género humano. Por consiguiente, los bienes creados deben llegar a todos de una manera equitativa, dirigida por la justicia y acompañada por la caridad” (Gaudium et Spes 69). La propiedad privada es un derecho  secundario, el único derecho natural primario es el destino universal de los bienes. Para Jesús de Nazaret la acumulación de ganancia no puede ser un fin en sí mismo, los bienes deben circular, y la economía no puede estar desconectada de la sociedad: “¡Necio! Esta misma noche te reclamarán el alma; ¿y para quien será lo que has acumulado?" (Lc 12,20)
Sabemos que en una campaña electoral muchos candidatos y candidatas intentan convencer al público que resolverán todos los problemas (apoyados por asesores de imagen venidos del ámbito del marketing publicitario que venden tanto electrodomésticos como personas), pero son en realidad globos inflados sin sustancia o sin proyecto visible y público. Invitamos a nuestros hermanos y hermanas a escuchar propuestas y no slogans pegadizos y agradables a los oídos pero vacíos de contenido como cuando se habla livianamente de la "inseguridad" o de "la plata de los jubilados". Recordando que estas elecciones definen cargos legislativos y no ejecutivos, alentamos a los candidatos a expresar a la sociedad sus ideales, sus proyectos y el modelo de país que defienden. Debemos exigir como ciudadanos que los candidatos propuestos digan clara y explícitamente qué van a hacer, cómo lo van a hacer, y con qué recursos, y que –escuchando atentamente- sepamos elegir la propuesta que según nuestro criterio, mejor defienda a los pobres. Si bien es cierto que la corrupción y la deshonestidad pueden opacar las buenas ideas e incluso frustrarlas y se debe trabajar para erradicarlas, tampoco podemos caer en la tentación -inducida por muchos- de desestimar el decisivo valor de la política como herramienta necesaria para construir futuro. Si se imponen conceptos (con cierto fundamento en la realidad pero superficiales) tales como “los políticos son todos corruptos”, estaremos abonando el terreno para las ideas autoritarias, economicistas, antipopulares y antidemocráticas.
Deseamos fervientemente una jornada electoral desarrollada como fiesta democrática, en armonía y en paz, sin menospreciar la enorme alegría de vivir en libertad para expresar nuestras ideas y convicciones políticas a través del voto.
Grupo de Curas en la Opción por los Pobres
Octubre de 2013
CARTA DE LECTORES 
LA NACIÓN 
SÁBADO 12 DE OCTUBRE DE 2013.

Señor Director:

Varias personas sinceramente doloridas han creído conveniente responder a lo que el Dr. Benegas Lynch publica en la edición de La Nación del 11 de Octubre. Con el mayor de los respetos, expreso mi desacuerdo. En primer lugar debemos agradecer al diario su publicación. Pero además, creo que de ser esto humanamente posible, habría que difundir las afirmaciones de Benegas a través de todos los medios de comunicación y en todas las lenguas del mundo. Son tan transparentes y ponen tan en evidencia la ideología y el sistema que representan y defienden que no solo no hay que rebatirlas, sino que debemos de hacer cuanto podamos por multiplicar su masiva difusión. La mera lectura de lo escrito por Benegas, hace más por Francisco, su ministerio y los valores evangélicos que el papa encarna que cualquier defensa que intenten los más agudos y leales de sus seguidores.

Hernán Patiño Mayer. 
Integrante del equipo de coordinación de Cristianos para el Tercer Milenio.

Disponible en http://www.lanacion.com.ar/1628380-cartas-de-los-lectores

viernes, 11 de octubre de 2013

UNA EXPERIENCIA RELIGIOSA

Queridos Compañer@s y Amig@s de Cristianos para el Tercer Milenio:

Como ya saben y si no se los cuento, tuve la gracia de estar en Roma y participar el 9 de la audiencia general de los miércoles. Por la posición privilegiada -los privilegios que otorgan la amistad y la militancia compartida, no son estrictamente privilegios- que nos consiguió Juampi Cafiero, pudimos con María saludar a Francisco, conversar con él y verlo moverse en medio de la parafernalia protocolar vaticana. Era un día muy especial. Llovía intermitentemente y había hecho en el papamóvil descubierto todo el circuito de la plaza, repleta de gente. Terminó “empapado”, de que otro modo puede terminar un papa que se dedica a abrazar al pueblo bajo la lluvia. Luego de un breve pero rico  mensaje al estilo Bergoglio, donde como siempre hace, tituló y luego desagregó en tres puntos elegidos como ejes de su exposición. En este caso trató sobre el significado de la catolicidad de la Iglesia (universal, abierta a todos y donde conviven la unidad con la diversidad) en mi opinión  de manera excelente. Terminadas las múltiples traducciones de su exposición en italiano, comenzó con los saludos. Primero a los obispos que venían de afuera. Serían unos cincuenta.  Con cada uno un intercambio verbal  de varios minutos que a los que esperábamos bajo el plomizo cielo romano se nos hicieron eternos, sobre todo por el temor de que la lluvia, literalmente nos aguara la fiesta. Bajó luego las escaleras  para bendecir uno por uno a varias decenas de enfermos  alineados en sus sillas o camas con ruedas, para finalmente  venir  hacia nosotros. Me pareció verlo muy cansado y caminando lentamente. El físico a los 76 y con una salud baqueteada, pasa y cobra facturas. No obstante la cara se le ilumina, cuando te saluda, te mira y sobre todo te escucha. Cuánta necesidad de ser escuchados en este mundo donde se almacenan soledades y los ruidos no nos dejan escucharnos. Si los que tenemos o tuvimos responsabilidades públicas lo hubiéramos sabido, cuánto bien hubiéramos hecho y nos hubiéramos hecho, abriendo los oídos y cerrando la boca. Vivimos con María una emoción muy grande. Pero al mismo tiempo sufrimos una brusca toma de conciencia acerca de lo que este hombre, venido del fin del mundo que es definitivamente nuestro mundo, ha decidido enfrentar. Es muy difícil ignorar que detrás de cada besamanos y de cada genuflexa expresión de veneración protocolar, se ocultan ambiciones frustradas y posiciones de poder que se sienten y se saben amenazadas. Creo que hoy más que nunca, tenemos que tomarnos en serio y cumplir con su pedido que se parece cada día más a la súplica de un desposeído. El “RECEN POR MÍ” no fue ni es, como algunos lo piensan una frase de ocasión, demagógica y de falsa modestia. Fue y es, al menos así lo sentimos nosotros, un pedido mendicante y esperanzado de apoyo y acompañamiento en la súplica por la asistencia del Espíritu. Pedido al que no podemos negarnos y ante el que no podemos distraernos, sin traicionar nuestro compromiso como miembros del pueblo peregrino de Dios. Termino estas impresiones surgidas al calor del insomnio de un viaje que le agregó seis horas a mi vida con una anécdota que como todas no hablan más que de ellas mismas, pero ayudan a pensar. Mientras esperábamos embarcar en Fiumicino en nuestra cola popular de la clase económica, se formó al lado la menos poblada de la clase ejecutiva. Encabezaban la misma, dos curas americanos, impecablemente trajeados con camisas con gemelos y portafolios de cuero que lucían como recién comprados. Su imagen de burócratas graduados era inocultable. Estuve a punto de acercarme y preguntarles si eran sacerdotes católicos y en su caso -eran mucho menos viejos que yo- si estaban bien de salud, ya que de ser así se estaban perdiendo la oportunidad de vivir con nosotros -viajaban muchos grupos de católicos yanquis con sus modestos párrocos- una experiencia testimonial de la Iglesia pobre para los pobres, a la que nos convocó Francisco. No lo hice y me arrepiento porque yo también arrugué ante el temor reverencial que el clericalismo nos ha inyectado a los laicos, paralizándonos frente al zigzagueante ondular de las sotanas. Un abrazo fuerte a todos.


Hernán Patiño Mayer

PRESENTACIÓN DE LIBRO


El Papa & el filósofo

de Alberto Methol Ferré y Alver Metalli

Luego de leer estas páginas, el lector comprenderá cabalmente por qué el papa Francisco ha dicho de Methol Ferré: "Nos ha ayudado a pensar".
Fecha: Jueves 7 de noviembre, 19.00 hs.
Lugar: Salón de Actos del Colegio del Salvador * Av. Callao 542, CABA
Hablarán:
Juan Carlos Scannone, sacerdote jesuita, teólogo
Pepe di Paola, párroco de Villa La Cárcova
Alver Metalli, periodista, escritor, director de Terre d'America

Entrada libre y gratuita.
Editorial Biblos


martes, 8 de octubre de 2013

05/10/2013
Muerte y sepultura de la hermanita Genoveva, partera del pueblo Tapirapé

Por Leonardo Boff 

El 24 de septiembre de 2013 murió en la aldea de los indígenas Tapirapé, en el Araguaia, la Hermanita de Jesús Genoveva, francesa de origen. Ella y sus compañeras han vivido una experiencia que el antropólogo Darcy Ribeiro consideraba una de las más ejemplares de toda la historia de la antropología: el encuentro y la convivencia de alguien de la cultura blanca con la cultura indígena.
Este es el testimonio de Canuto, que sabe bien de la vida y obra de la Hermanita Genoveva. Así describe su muerte:
«En la mañana del martes 24 Genoveva estaba bien. Había amasado barro para el arreglo de la casa. Almorzó tranquilamente con la hermanita Odile. Estaban descansando cuando se quejó de dolor en el pecho. Odile fue rápidamente a conseguir transporte para llevarla al hospital de Confresa. En el camino la respiración se fue haciendo más difícil. Murió antes de llegar al hospital.
De vuelta a la aldea, consternación general. Genoveva había visto nacer casi al 100% de los Apyãwa (así se llamaban a sí mismos los Tapirapé. Así vuelven a autodenominarse hoy), en estos 61 años de vida compartida.
Los Apyãwa quisieron sepultarla según sus costumbres, como si hubiese muerto otra Apyãwa. Los cantos fúnebres, ritmados con los pasos, se prolongaron por mucho tiempo, durante la noche y el día siguiente. Se oían muchos lloros y lamentaciones.
Según el ritual Apyãwa, Genoveva fue enterrada dentro de la casa donde vivía. La tumba fue abierta con todo cuidado por los Apyãwa, acompañada de cánticos rituales. A una altura de unos 40 centímetro del suelo fueron colocados dos travesaños, uno en cada extremo. A estos travesaños fue amarrada la hamaca que quedó como una hamaca tendida como quien está durmiendo. Por encima de los travesaños se colocaron tablas y sobre las tablas se colocó la tierra. Toda la tierra que pusieron encima fue peñerada por las mujeres, como es la tradición. Al día siguiente esta tierra se mojó y se moldeó de forma que quedara firme y espesa como la tierra batida. Todo acompañado de cánticos rituales.
En su hamaca donde dormía todos los días, Genoveva duerme el sueño eterno entre aquellos que escogió para que fueran su pueblo.
La noticia de su muerte voló por la región, por Brasil y por el mundo. Vinieron muchos Agentes de Pastoral. Los coordinadores del CIMI (Consejo Indígena Misionero) de Cuiabá, llegaron después de un viaje de más de 1.100 kms cuando el cuerpo estaba ya en la tumba, todavía cubierto sólo con las tablas. Los Apyãwa las retiraron para que los que acababan de llegar la viesen por última vez en su hamaca.
A los cánticos rituales de los Tapirapé se fueron mezclando otros cánticos y testimonios de la caminada cristiana de la hermanita Genoveva. Al final, el cacique dijo que los Apyãwa estaban todos muy tristes con la muerte de la hermanita. Hablando en portugués y en tapirapé resaltó el respeto con el que siempre fueron tratados por las hermanitas durante estos sesenta años de convivencia. Recordó que los Apyãwa deben su supervivencia a las hermanitas, pues cuando ellas llegaron, ellos eran muy pocos y hoy llegan a casi mil personas.
Plantada en territorio Tapirapé está Genoveva, un monumento de coherencia, silencio y humildad, de respeto y reconocimiento de lo diferente, probando cómo es posible, con acciones simples y pequeñas, salvar la vida de todo un pueblo. Saludos: Canuto».
***
En septiembre de 2002 después de un encuentro con la Hermanita Genoveva escribí un pequeño artículo en el Jornal do Brasil que retomo aquí en parte.
Las Hermanitas de Foucauld son testimonio de la nueva forma de evangelización, soñada por tantos en América Latina: en vez convertir a las personas, darles la doctrina y construir iglesias, decidieron encarnarse en la cultura de los indígenas y vivir y convivir con ellos. En nuestro tiempo este camino fue vivido por el Hermano Carlos de Foucauld que al principio del siglo XX se fue al desierto de Argelia, entre los musulmanes, no para anunciar, sino para convivir con ellos y acoger la diferencia de su cultura y de su religión. Eso mismo han hecho las Hermanitas de Jesús entre os indios Tapirapé en el noroeste del Mato Grosso, cerca del río Araguaia.
El día 17 de septiembre de 2002 asistí a la celebración de los cincuenta años de su presencia junto a los Tapirapé. Allí estaba la pionera, la Hermanita Genoveva, que en octubre de 1952 comenzó su convivencia con la tribu
¿Cómo llegaron allí? Las hermanitas supieron a través de los frailes dominicos franceses que misionaban en tierras del Araguaia, que los Tapirapé se estaban extinguiendo. De los 1500 que había antiguamente se habían reducido a 47, a causa de las incursiones de los Kayapó, de las enfermedades de los blancos y de la falta de mujeres. En el espíritu del Hermano Carlos, de ir para convivir y no para convertir, decidieron unirse a la agonía de un pueblo.
A su llegada, la Hermanita Genoveva oyó del cacique Marcos: “Los Tapirapé van a desaparecer. Los blancos van a acabar con nosotros. Tierra vale, caza vale, pez, vale. Sólo el indio no vale nada”. Ellos habían internalizado que no valían nada y que estaban condenados a desaparecer inexorablemente.
Ellas fueron donde ellos y les pidieron hospedaje. Comenzaron a vivir con ellos el evangelio de la fraternidad, en el campo, en la lucha por la yuca de cada día, a aprender su lengua y a incentivar todo lo de ellos, religión incluida, en un recorrido solidario y sin retorno. Con el tiempo fueron incorporadas como miembros de la tribu.
La autoestima de ellos creció. Gracias a la mediación de ellas consiguieron que mujeres Karajá se casasen con hombres Tapirapé y se garantizase así la multiplicación del pueblo. De 47 hoy llegan a casi mil. En 50 años ellas no convirtieron ni a un sólo miembro de la tribu. Pero consiguieron mucho más: se hicieron parteras de un pueblo, a la luz de aquel que entendió su misión de “traer vida y vida en abundancia”, Jesús.
Cuando vi el rostro de una india tapirapé y el rostro envejecido de la hermanita Genoveva, pensé: si hubiese teñido su pelo blanco con tucum podría pasar por una perfecta mujer tapirapé. Realizó de hecho la profecía de la fundadora: “Las hermanitas se harán Tapirapé, para desde aquí ir a los otros y amarlos, pero serán siempre Tapirapé”.
¿No debería seguir por ahí el cristianismo si quisiera tener futuro en un mundo globalizado? ¿el evangelio sin poder y la convivencia tierna y fraterna?

Leonardo Boff es teólogo y ha escrito América Latina: de la conquista a la nueva evangelización, 1992.

Traducción M. J. Gavito

Disponible en http://leonardoboff.wordpress.com/2013/10/05/muerte-y-sepultura-de-la-hermanita-genovevapartera-del-pueblo-tapirape/