Somos un grupo de laic@s hermanad@s en la Fe Cristiana.
Nos convocó inicialmente la insolente provocación del ex dictador Jorge Videla al reivindicar los crímenes aberrantes del terrorismo de estado, reconocer la complicidad o indiferencia de integrantes de la jerarquía eclesiástica y hacer público su libre acceso al sacramento de la Eucaristía.
Hicimos nuestro firme reclamo a la Conferencia Episcopal y manifestamos nuestra frustración frente a una respuesta que consideramos insuficiente.
Aguardamos aún que se ponga en marcha un nuevo compromiso con la verdad y se enfrente con decisión una cuestión que, por formar parte de su propia historia, es una deuda que reclama una pronta y completa superación. La continuidad del silencio afecta la credibilidad pastoral en el pueblo de Dios.
A partir de entonces hemos decidido darle continuidad a nuestra vocación y compromiso, como modestos protagonistas del proceso de transformación de nuestra Iglesia, recordando cada día los valores evangélicos y esperanzados en el liderazgo del papa Francisco, imploramos la asistencia de Nuestra Señora de Luján, madre y mediadora ante Cristo nuestra Esperanza.
miércoles, 18 de diciembre de 2013
lunes, 16 de diciembre de 2013
jueves, 12 de diciembre de 2013
lunes, 9 de diciembre de 2013
viernes, 6 de diciembre de 2013
2. Reclamamos a la Conferencia Episcopal que informe a la sociedad argentina acerca de los avances y resultados del compromiso asumido en la 104a Asamblea Plenaria del año pasado cuando dijeron con referencia a lo ocurrido durante el terrorismo de estado y con motivo de las acusaciones formuladas por el ex dictador Videla: “Nos sentimos comprometidos a promover un estudio más completo de esos acontecimientos, a fin de seguir buscando la verdad, en la certeza de que ella nos hará libres (cf Jn 8,32). Por ello nos estamos abocando a revisar todos los antecedentes a nuestro alcance”.
3. Finalmente en unidad con nuestros hermanos de La Rioja respaldamos el proceso judicial en desarrollo, para esclarecer el brutal asesinato de Monseñor Enrique Angelelli y conocer la identidad de sus ejecutores y responsables políticos. Brindamos todo nuestro aliento y respaldo solidario a los testigos –religiosos, sacerdotes y laicos- que deberán volver a exponerse, para dar testimonio de la barbarie sufrida por aquellos años y especialmente de las circunstancias que llevaron al martirio a quién fuera fiel testigo del Evangelio y leal servidor de las necesidades de su pueblo.