Una agresión contra todas las fuerzas
democráticas
Por Hernán Patiño Mayer y otros *
1 Deploramos la pérdida de vidas humanas
producidas como consecuencia del abandono extorsivo de sus responsabilidades
por parte de fuerzas policiales en distintas jurisdicciones de nuestro país y
llamamos a poner fin a una metodología de protesta manifiestamente contraria a
la paz social.
2 Invitamos sin distinción de creencias a
todos nuestros compatriotas, y al cumplirse treinta años de ininterrumpida
vigencia del sistema democrático, a reafirmar nuestro más profundo compromiso
con la vigencia plena de los derechos humanos, de los cuales el derecho a la
vida con justicia y dignidad se encuentra a la cabeza de todos ellos.
3 Resulta racionalmente imposible atribuir
exclusivamente a reacciones espontáneas el encadenamiento temporal y la
similitud metodológica de los graves acontecimientos sucedidos, justamente en
momentos en que el pueblo argentino y sus dirigencias políticas se disponían a
celebrar el más largo período democrático de nuestra historia. Lo ocurrido ha
constituido una agresión generalizada contra todas las fuerzas democráticas de
la Argentina.
4 Aparece como una deuda pendiente del Estado
y los responsables de su conducción la profesionalización definitiva de las
fuerzas policiales y su absoluta subordinación a las autoridades surgidas del
voto popular, en el marco de la vigencia plena de la ley y la Constitución
Nacional.
5 Debe enfrentarse sin demoras ni ambigüedades
la relación existente entre el delito, especialmente en sus manifestaciones más
rentables y organizadas, las fuerzas de seguridad y cierta dirigencia política;
que atentan contra el ejercicio pleno de la autoridad del Estado democrático
para garantizar la protección y la paz de la población confiada a su cuidado.
6 Debe profundizarse el ataque a las causas
estructurales de la inequidad social, especialmente la injusta distribución de
la riqueza, el deterioro del ingreso y la corrupción en todas sus
manifestaciones, para evitar que la sensación de abandono y tolerancia a la
marginalidad y exclusión alimente la provocación de reacciones irracionales que
pongan en riesgo la paz social y la plena convivencia democrática.
7 Pedimos finalmente a Nuestra Madre y Señora
de Luján consuelo para las víctimas de la violencia y sabiduría para que con
coraje y generosidad seamos capaces de enfrentar y superar las dolorosas
circunstancias que nos toca vivir.
* Por el equipo coordinador de Cristianos para
el Tercer Milenio: Gustavo Bottini, Rodolfo Briozzo, Cristina Domeniconi, Ana
Cafiero, Juan Manazzoni, Roque Miraldi, Hernán Patiño Mayer. Por Asociación
Argentina Teilhard de Chardin: Guillermo Robledo.
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