Entrevista a Juan José Tamayo, teólogo de la liberación. Publicado
en diario valenciano Levante.
Del "Hagan lío" a la "Curia
Vaticano-céntrica"
Francisco: ocho meses, ocho decisiones, ocho frases
Siria, Banco Vaticano, Sínodo, reforma de la Curia, vivir en
Santa Marta...
Redacción, 14 de noviembre de 2013 a las 08:57
Desde el momento en que se anunció que se llamaría
Francisco, el 13 de marzo pasado, pudo atisbarse cuál sería su impronta.
"Cómo me gustaría una Iglesia pobre y para los pobres", dijo Jorge
Bergoglio días después, en italiano, sentado frente a un micrófono frente a una
multitud expectante durante la audiencia a la prensa internacional que siguió
al cónclave que lo proclamó papa.
Eligió el nombre en honor al fundador de la orden
franciscana, San Francisco de Asís, uno de los santos más célebres de la
Iglesia. Y dejó entrever a través de sus primeras palabras como pontífice que
introduciría un estilo diferente en la Iglesia, de mayor apertura a otros
credos, de austeridad, de tolerancia, de integración. Que sería un papa cercano
a la gente e inauguraría un nuevo estilo, informal y distinto. A sabiendas de
que sería criticado por los sectores conservadores eclesiásticos.
A lo largo de los últimos ocho meses -los primeros de su
papado- Francisco transformó aquellas promesas en decisiones sobre la Iglesia,
la familia, el papel de la mujer, el Vaticano, que quedaron plasmadas en frases
e imágenes.
DECISIONES CLAVE
1. El papel de la
mujer. El rol de las mujeres en la Iglesia es uno de los focos de discusión
tanto fuera como dentro de la institución. En este sentido, Francisco destacó
la necesidad de elaborar una nueva teología de la mujer. En octubre, destacó la
carta apostólica Mulieris dignitatem, que consideró un "documento
histórico", al ser el primero del magisterio pontificio dedicado por
completo al tema de la mujer. "Sufro cuando veo en la Iglesia o en algunas
organizaciones eclesiales que el rol de servicio, que todos nosotros debemos
tener, que el rol de servicio de la mujer, resbala hacia un rol de
servidumbre", disparó el Papa, al salirse del texto que tenía preparado
para recibir a los participantes del seminario promovido por el Pontificio
Consejo para los Laicos en ocasión del XXV aniversario de la Carta Apostólica
Mulieris dignitatem , del beato Juan Pablo II.
2. Divorcio. Uno
de los principales focos de crítica a la Iglesia es la negativa de darles la
comunión a los divorciados que se volvieron a casar. Aunque algunos de los
principales referentes del catolicismo niegan que vaya a haber un cambio en esa
posición, Francisco promovió recientemente el envío de un amplio cuestionario
sobre la situación de la familia moderna a los obispos del mundo entero. El
motivo es la proximidad de la celebración del sínodo extraordinario de octubre
del año próximo sobre "Los desafíos pastorales sobre la familia en el
contexto de la evangelización". En el punto 4 del cuestionario, una de las
preguntas es: "¿Los separados y divorciados vueltos a casar son una
realidad pastoral relevante en la Iglesia? ¿En qué porcentaje? En estos casos,
¿cómo viven los bautizados su irregularidad? ¿Son conscientes, manifiestan
indiferencia o se sienten marginados y viven con sufrimiento el hecho y la
imposibilidad de recibir sacramentos?"
3. Santa Marta.
Apenas asumió, el Papa transmitió una de sus primeras decisiones. Aunque sutil,
la determinación de no vivir en el lujoso departamento palaciego de sus
predecesores, sino en un alojamiento más modesto del Vaticano en Santa Marta,
dio que hablar. Al igual que particular estilo -no utiliza autos lujosos, calza
sus zapatos de siempre, porta un sencillo maletín de mano, llama por teléfono a
sus amigos e incluso a desconocidos, dialoga abiertamente con los periodistas y
usa un lenguaje sencillo-, fue una de las primeras señales de que correrían
vientos de cambio en la Santa Sede.
4. Reforma de la
curia. Una de las principales señales de cambio en la Iglesia de parte de
Francisco fue la creación del denominado "G-8", un consejo de ocho
cardenales de todos los continentes, designados por el Papa, que tienen
instrucciones de asesorarlo en la reforma de la curia y en el gobierno
universal de la Iglesia.
5. Abusos a menores.
Sin dudas, el de la pedofilia en el ámbito eclesiástico es uno de los temas más
controversiales en todo el mundo y Francisco continúa en la línea de su
predecesor, Benedicto XVI, el primero en afrontar directamente ese tema. Sólo
había pasado un mes desde su designación frente al Vaticano, cuando Francisco
llamó a actuar "con decisión" contra los casos de abusos sexuales de
menores por parte de sacerdotes. Corría mayo cuando, por segunda vez desde que
fue elegido, el papa Francisco condenó con fuerza la violencia contra los
chicos. Más adelante, en julio, firmó un decreto que endurece las sanciones
penales contra los abusos a menores en la Santa Sede y en la Curia. Y en
octubre, destituyó a un obispo irlandés, William Lee, que en 2010 reconoció
haber protegido a un sacerdote pedófilo.
6. Designación clave.
El 31 de agosto nombró como secretario de Estado, en el puesto más importante
de la Santa Sede, a Pietro Parolin, en reemplazo del cuestionado cardenal
Tarcisio Bertone. Días después, el nuevo número 2 de Francisco planteó por
primera vez desde la cúpula de la Santa Sede que el celibato "se puede
discutir".
7. La relación con
otros credos. "Lo dije otras veces y quiero repetirlo ahora: es una
contradicción que un cristiano sea antisemita. Sus raíces son un poco judías.
¡Un cristiano no puede ser antisemita! ¡Que el antisemitismo sea vedado del
corazón y de la vida de cada hombre y de cada mujer!", dijo Francisco
cuando empezaba su papado. Meses más tarde, aprovechó para plasmar sus dichos
durante varios días cuando, insólitamente , recibió en Santa Marta al rabino
Abraham Skorka, amigo suyo, con quien mantuvo cuantiosas charlas, desayunos,
almuerzos y cenas. El Pontífice compartió el rito de la bendición de los
alimentos y supervisó si la comida de su invitado es kosher. Meses atrás, había
llamado "hermanos" a "los musulmanes del mundo entero", en
la misma línea que sus antecesores, Pablo VI y Juan Pablo II.
8. El "Banco
Vaticano". Controvertida en algunos ámbitos y bien recibida en otros,
el Papa creó en junio una comisión especial para investigar el Instituto para
las Obras de Religión (IOR), el llamado "banco vaticano", creado en
1942, envuelto en escándalos y sospechado de lavado de dinero. Desde la Santa
Sede, revelaron que fue una idea de Francisco. "Nació del deseo del Santo
Padre de conocer mejor la posición jurídica y las actividades del Instituto
para permitir una mejor armonización de éste con la misión de la Iglesia
universal y de la Sede Apostólica, en el contexto más general de reformas que
sea oportuno realizar de parte de las instituciones que dan auxilio a la Sede
Apostólica", indicó un comunicado. En julio, el director y el subdirector
del Banco del Vaticano renunciaron en medio de revelaciones sobre un escándalo
financiero.
8bis. Su
intervención en Siria. Durante las semanas más álgidas del conflicto civil en
Siria, es decir, cuando Estados Unidos expresó sus intenciones de intervenir
con fuerzas militares, el Papa tuvo un papel central. Con una doble estrategia,
diplomática y religiosa, Francisco llamó a la paz en jornadas de vigilia y
meditación, oraciones y audiencias públicas, convocó a 71 embajadores
acreditados ante la Santa Sede para insistir en favor del diálogo e incluso a
través de Twitter. "La paz es un bien que supera cualquier barrera, porque
es un bien de toda la humanidad", sentenció en un tuit publicado una
mañana de septiembre.
FRASES CÉLEBRES
1. "Diosa
coima". Dos palabras disímiles que unidas Francisco utilizó para
fustigar contra la corrupción semanas atrás, en su homilía en la misa matutina
de la residencia de Santa Marta, donde vive. Mientras el Vaticano se veía
sacudido por el increíble caso del superior de los camilianos, Renato
Salvatore, arrestado por haber urdido el secuestro de dos curas que hubieran
impedido su elección al frente de la orden, Francisco llamó a rezar "para
que el Señor cambie el corazón de estos devotos de la diosa coima y se den
cuenta de que la dignidad viene del trabajo digno".
2. "Hagan
lío". Hacía meses que se esperaba la llegada de Francisco al
continente americano. En los diarios del mundo, la cuenta regresiva apuntaba a
la última semana de julio. El Papa encabezaría la Jornada Mundial de la
Juventud (JMJ) en Río de Janeiro. Cuando llegó el momento, en una charla con
jóvenes católicos de diversos países, entre ellos varios argentinos, el sumo
pontífice respondió una pregunta con un insólito llamado: "¿Qué espero de
la Jornada? Espero lío, que haya lío, que la Iglesia salga a las calles. Que
nos defendamos de la comodidad, que nos defendamos del clericalismo",
dijo.
3. "¿Quién soy
yo para juzgar a un gay?". Moderado pero revolucionario, Francisco
pronunció esa reflexión a varios miles de pies de altura. Lo dijo al responder
las preguntas de varios periodistas que lo acompañaban de vuelta a Roma, desde
Río, junto a una nutrida comitiva. Uno de ellos lo consultó respecto a su
posición frente al al "lobby gay". "Si una persona es gay y
busca al Señor y tiene buena voluntad, ¿quién soy yo para juzgarlo?",
respondió. "El catecismo de la Iglesia católica lo explica de forma muy
linda esto. Dice que no se deben marginar a estas personas por eso. Hay que
integrarlas en la sociedad. El problema no es tener esta tendencia. Debemos ser
hermanos. El problema es hacer un lobby", dijo el Papa.
4. "Obispo de
lujo". Inesperadamente, se hizo conocido en todo el mundo y los medios
de comunicación decidieron llamarlo "el obispo de lujo". El alemán
Franz-Peter Tebartz-van Elst fue acusado, en septiembre, de haber gastado
supuestamente 31 millones de euros para remodelar la sede de su arzobispado en
Limburgo. Poco después, el Papa se reunió con él. Y en octubre trascendió el
comunicado, donde el Vaticano informaba que el obispo sería apartado de su
ministerio episcopal mientras se investiga en profundidad "la cuestión de
la construcción de la sede episcopal". Francisco tardó poco en tomar
cartas en un asunto sensible en relación a su forma de conducir la Iglesia.
5. "No existe un
Dios católico, existe Dios", dijo el Papa durante la primera reunión
del consejo de ocho cardenales de todos los continentes que lo ayudarán a
reformar la curia y a gobernar, y volvió a sorprender con fuertes críticas a la
administración central de la Iglesia.
6. "A los
jóvenes les digo: ¡no tengan miedo de ir contra la corriente!"
"Cuando nos quieren robar la esperanza, cuando nos proponen valores
averiados, como la comida en mal estado, cuando la comida está en mal estado
nos hace mal, estos valores nos hacen mal", clamó el Papa desde la ventana
del tercer piso del Palacio Apostólico, durante la oración mariana del Angelus
a mediados de junio.
7. "Tírense los
platos, pero no dejen de perdonarse". Es conocida la postura de la
Iglesia, y del mismo Papa sobre el divorcio. Francisco lo dejó en claro, pero
con humor, durante un discurso a principios de octubre, donde pidió a las
parejas que hagan lo posible por mantenerse unidas en matrimonio a pesar de las
adversidades. "Yo a los recién casados siempre les digo, peléense, tírense
los platos, pero nunca terminen la jornada sin hacer la paz. ¡Nunca!",
dijo, y causó risas y aplausos entre los presentes.
8. "La curia
tiene un defecto: es Vaticano-céntrica". La palabra 'apertura',
utilizada en gran parte de los artículos que buscan describir la dirección
eclesiástica de Francisco, correspondería nuevamente, esta vez, para describir
la entrevista que el pontífice brindó a Eugenio Scalfari, el fundador del
diario La Repubblica, de 89 años.
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