La reforma de la curia será amplia, gentil
y con gran consenso
El cardenal Maradiaga en entrevista al
diario l'Unita', ex órgano del partido comunista
Ciudad del Vaticano, 07 de octubre de 2013
Zenit.org
El cardenal hondureño Óscar Rodríguez
Maradiaga, presidente de Caritas Internacional, y jefe del nuevo Consejo de
Cardenales compuesto por ocho purpurados de diversos países que le ayudarán al
papa en su reforma, concedió una entrevista publicada este domingo por el
diario italiano de izquierda l'Unita'.
En sus declaraciones al ex órgano oficial
del Partido Comunista Italiano, el cardenal indicó que la reforma que realizará
el papa Francisco en la
Iglesia será amplia, pero al mismo tiempo gentil y con gran consenso.
Precisó que Juan Pablo II fue decisivo en la caída de la Unión Soviética,
Benedicto XVI consolidó diversos pilares fundamentales de la fe, y "ahora
con el papa Francisco ha llegado el momento de acercar más al pueblo de Dios a
través del cariño y de las cosas simples, pero esenciales para la vida
cristiana que tocan los problemas de cada día y especialmente los corazones”.
“La
prioridad --inició el cardenal-- es la reforma del sínodo de los obispos,
organismo de la Iglesia
que ayuda al pontífice en sus decisiones”.
Y precisó que el santo padre quiere el aporte de ellos y de sus países,
trabajando incluso a distancia, por ejemplo con internet. Consideró que será
una reforma interesante, porque “la sinodalidad, la relación de colaboración de
los obispos con el pontífice, indicada por el Concilio Vaticano II no fue muy
desarrollada”.
Otra reforma que se quiere realizar
--prosiguió el cardenal hondureño-- es la reforma de la Secretaría de Estado y
la nueva estructuración de la
Curia Romana y de sus dicasterios”. y precisó que "no
son retoques, sino una reforma de la Curia. Necesitaremos
tiempo. No se esperen que sea para el año próximo” esto porque “queremos que el
proyecto sea discutido con quienes viven aquellas situaciones, que tienen
experiencia, y para que den su aportación” dijo.
Para ello los cardenales que forman parte
de la comisión han realizado sondeos en sus continentes, recogiendo un material
precioso e interesante, pero no solo, también el cardenal Bertello, prefecto
del Gobernatorato de la
Santa Sede, realizó un importante trabajo recogiendo
sugerencias propuestas por la misma Curia Romana. Y precisó que ahora este
material está siendo sistematizado.
Maradiaga consideró que la unificación de
los dicasterios de la
Curia Romana es una necesidad evidente. Y que fueron los
cardenales en las reuniones anteriores al cónclave los que consideraron que “la Curia ha crecido mucho y que
es difícil que pueda trabajar con agilidad”. Aunque el tema fue apenas abordado
y será necesario examinar las diversas situaciones.
Sobre los dicasterios que se ocupan de la
parte económica de la Santa
Sede, dijo, “no hemos aún enfrentado este punto. Estamos
esperando que concluyan su trabajo las dos comisiones instituidas por el santo
padre".
Admitió también que “no se entiende porqué
el Vaticano no pueda tener, como sucede en los otros estados, un ministerio de
las finanzas que reagrupe a todos los actuales dicasterios” y que esta
hipótesis la indicó el cardenal Nicora.
Sobre el Instituto de Obras de Religión
(IOR), consideró que “hay que superar la actual ambigüedad de una fundación que
no es un banco” y precisó que sobre el tema “se están ocupando otras dos
comisiones”, si bien hay algo sobre lo que no existen dudas: “la transparencia
es la mejor respuesta”.
Sobre los últimos pontificados consideró
que “nadie había sospechado que Juan Pablo II venido desde Polonia, habría
derrumbado la cortina de hierro; después el papa Benedicto puso firmes algunas
bases teológicas fundamentales, como el amor, la esperanza y la fe. Ahora con
el papa Francisco ha llegado el momento de acercar más al pueblo de Dios a
través del cariño y de las cosas simples, pero esenciales para la vida
cristiana que tocan los problemas de cada día y especialmente los corazones”.
“Estamos – prosiguió el cardenal-- en esta
etapa de la Providencia
que nos lleva a estar más cerca de las enseñanzas del Concilio Vaticano II”. Y
consideró que “también la reforma de la Curia responde a esta exigencia: no un organismo
fuera y arriba del mundo, pero en el mundo y que busca servirlo” porque “el
concepto que Francisco tiene de la autoridad es el servicio”.
Otro tema fue la situación de Siria y la
jornada de ayuno y oración: “Fue un milagro. Esas sanciones que Estados Unidos
querían aplicar en Siria hubieran llevado a la guerra y esos misiles habrían
provocado más destrucción y sufrimiento”. Añadió que la carta del santo padre
al presidente Putin tuvo un efecto extraordinario “fue un hecho importantísimo
en la historia del mundo. Fue un remezón saludable en la conciencia de todos”.
Sobre el drama de la inmigración, incluso
de Centroamérica con Estados Unidos, el cardenal consideró que para “evitar
tragedias de este tipo es necesario que haya más vigilancia contra los traficantes
que se aprovechan de este drama”. Pero también es necesario “estimular a los
gobiernos para que presten más atención a la juventud”. Porque “no hay interés por el destino de
tantos jóvenes. No tienen un horizonte. Es un dolor”.
Y el director de la Cáritas Internacional
concluye la entrevista indicando que en el mundo globalizado es necesario una
economía que no se base solamente en el lucro, pero también en la solidaridad”.
(07 de octubre de 2013) © Innovative Media
Inc.
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