Somos un grupo de laic@s hermanad@s en la Fe Cristiana.

Nos convocó inicialmente la insolente provocación del ex dictador Jorge Videla al reivindicar los crímenes aberrantes del terrorismo de estado, reconocer la complicidad o indiferencia de integrantes de la jerarquía eclesiástica y hacer público su libre acceso al sacramento de la Eucaristía.

Hicimos nuestro firme reclamo a la Conferencia Episcopal y manifestamos nuestra frustración frente a una respuesta que consideramos insuficiente.

Aguardamos aún que se ponga en marcha un nuevo compromiso con la verdad y se enfrente con decisión una cuestión que, por formar parte de su propia historia, es una deuda que reclama una pronta y completa superación. La continuidad del silencio afecta la credibilidad pastoral en el pueblo de Dios.

A partir de entonces hemos decidido darle continuidad a nuestra vocación y compromiso, como modestos protagonistas del proceso de transformación de nuestra Iglesia, recordando cada día los valores evangélicos y esperanzados en el liderazgo del papa Francisco, imploramos la asistencia de Nuestra Señora de Luján, madre y mediadora ante Cristo nuestra Esperanza.

sábado, 14 de septiembre de 2013

Francisco recuerda al Papa Juan XXIII. 

Entrevista a Gustavo Gutiérrez


"Hablar de la importancia del pobre, de la solidaridad con los pobres... viene del Evangelio. La Teología de la liberación, apenas lo recordó, no lo creó: ¡está en el Evangelio! Y el papa es muy evangélico”.
La afirmación anterior es de uno de los fundadores de la teología de la liberación, el padre Gustavo Gutiérrez, dominico, que participo en el Festivaletteratura, en Mantua, Italia, con su "viejo amigo”, el arzobispo Gerhard Ludwig Müller, actual prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe.

El reportaje es de Angelo Sarto, publicado en el sitio Vatican Insider, 07-09-2013.

Aquí la entrevista

Padre Gutiérrez, la excelente acogida manifestada por L’Osservatore Romano a su libro Dalla parte dei poveri (Edizioni Messaggero- Editrice Misionaria Italia), escrito juntamente con Don Müller, marca un giro radical en la relaciones entre el Vaticano y la teología de la liberación. ¿Qué piensa Ud. al respecto?

Este libro fue publicado en alemán y en español hace nueve años. Estoy muy contento con esa acogida positiva. Esto muestra que la teología de la liberación es una contribución entre las otras teologías. Don Müller habla de esto claramente. Estoy muy feliz con esa aprobación de mi viejo amigo Müller.

¿Qué relación existe, por lo que Ud. sabe, entre Bergoglio y la Teología de la Liberación? Hay quien diga que él la condenó en el pasado

Que yo sepa, el nunca la condenó, eso me dijeron algunos de mis amigos que le son muy próximos. Vea yo no estoy tan interesado en la teología de la liberación, mas si en el Evangelio. La Teología de la Liberación es una teología, pensada para recordar algo importante del Evangelio: la presencia de los pobres en el mundo, la opción preferencial por los pobres por parte de la Iglesia. ¿Hubo contactos entre Bergoglio y la teología de liberación? Tal vez, ¿por qué no? Yo prefiero ver las cosas así y no situar al papa en una teología, sino sólo en Evangelio.


Algunos observadores piensan que Bergoglio está llevando adelante algunas propuestas de la Teología de la Liberación en el plano de su compromiso como pastor…

Yo pienso, que tal vez, él esté llevando adelante el Evangelio, no exactamente una teología, al máximo, una teología próxima a la Teología de la Liberación. Hablar de la importancia del pobre, del compromiso, de la solidaridad con los pobres… Eso viene del Evangelio. La teología de la liberación apenas recordó esto, no lo creó: ¡Está en el Evangelio! Y el papa es muy evangélico, su modo de actuar lo manifiesta.

Leonardo Boff espera que el Papa Francisco, dará, en el futuro, señales para rehabilitar a Teología de la Liberación, tanta veces criticada por el Vaticano. ¿Ud. cree que esto vaya a suceder?

(Risas)Hacer previsiones es siempre difícil. Pero parece que eso puede suceder, aunque yo no pueda decir cómo, porque no puedo responder sobre lo que el papa va hacer. Pero este momento es muy rico, interesante y ¡evangélicamente nuevo! Espero que este clima continúe. No tanto por la teología de liberación, mas bien, para ir a la raíz del Evangelio. Yo no conozco a Bergoglio personalmente, solo a través de amigos que le son muy próximos. Yo escuché hablar de él hace mucho tiempo como jesuita en la Argentina, como obispo, arzobispo y cardenal en Buenos Aires. Estoy muy feliz por esto meses transcurridos desde la elección a papa. El fomentó mucho la fe mostrando un estilo muy evangélico en la vida de la Iglesia.

¿Cuál es urgencia que Francisco debe enfrentar principalmente en la Iglesia de hoy?

No es fácil de decirlo. Cuando se ve la Iglesia desde la perspectiva de papa, se tiene otro panorama. Pero lo que él hizo hasta hoy fue hablar del Evangelio en la periferia. Esta es una metáfora muy interesante. Esta es la misión de la Iglesia: Anunciar el reino de Dios a todos, con un énfasis especial en la periferia del mundo. ¡Esto es lo que encuentro tan evangélico en Francisco! Las dos cosas que él comenzó a realizar, o sea la reforma de la Curia y la reforma económica del IOR, son de lo las más acertadas.
Pero sobre todo, es interesante una presencia renovada de la fe en el mundo de hoy. El tiene un análisis de la realidad que parece muy interesante. Es muy original y creativo en los gestos. ¡Yo no puedo decir que él tiene que hacer esto o lo aquello! No es mi tarea. Pero estoy muy contento de ver esa presencia y ese "aire fresco” en la Iglesia que Francisco está trayendo.


Muchas personas volverán a la Iglesia gracias a Francisco. ¿Por qué?

El ha tocado teclas que no eran tocadas hace mucho tiempo: la evangelización y el anuncia del reino son para todos. Esto significa ir al encuentro de los puntos importantes, por ejemplo, la justicia. Francisco esta enfatizando mucho esta novedad, con carisma verdaderamente extraordinario. El me recuerda al Papa Juan XXIII.

[Traducción para Adital: ricardozunigagarcia@gmail.com].

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‘La Teología de la Liberación es irrenunciable’

Por Gerhard Ludwig Müller
Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe


Fragmento de "De la parte de los pobres. Teología de la liberación, teología de la Iglesia”


La historia del mundo es, sobre todo, el escenario de la lucha dramática entre las fuerzas dialécticas de gracia y libertad, por un lado, y pecado y opresión, por otro. Pero la historia en su núcleo más íntimo es, de cualquier manera, historia de la salvación, porque Dios –en cuanto creador y redentor del mundo y del hombre– se puso a sí mismo como fin objetivo del movimiento histórico y de la acción humana de liberación.

Así pues, quien participe activamente en la liberación está de parte del Liberador divino. En práctica, se trata de la participación transformadora en el proceso histórico hacia el fin trascendente e inmanente del mismo. Quien actúe por la liberación ya está de parte de Dios, aunque tenga plena consciencia o no [...]

Es posible mostrar el arraigo de la Teología de la liberación original en la revelación bíblica y en la gran tradición teológica y doctrinal de la Iglesia. Y aunque –en cuanto a la construcción de los propios fundamentos– se encuentre todavía en una fase de desarrollo, las carencias y las incongruencias que surgieron con algunas posturas, con el fuerte impacto mediático, de algunos representantes de la Teología de la liberación no pueden poner en discusión la validez de sus grandes adquisiciones de fondo.

Con base en las exigencias de la vida eclesial y de la misma teología, es necesario afirmar que la Iglesia en el tercer mundo, pero también la Iglesia como Iglesia universal, no puede renunciar a un nuevo desarrollo y a una aplicación de la Teología de la liberación. Solo mediante la Teología de la liberación, la teología católica (a nivel universal y a nivel de cambio histórico) ha podido emanciparse del dilema dual de "más acá” y "más allá”, de felicidad terrenal y salvación ultraterrenal; o, respectivamente, de la disolución monística de un aspecto en el otro. Sin embargo, es un dilema que el marxismo no generó, sino que solamente expresó.

Por último, pero no menos importante, por estas razones la Teología de la liberación debería ser considerada incluso como una alternativa radical ante la concepción marxista del hombre ya la utopía histórica que surgió de ella. Justamente el presupuesto metodológico de la Teología de la liberación –el de comenzar por una praxis transformadora– no es más que la reformulación del evento original de la teología: primero está la secuela de Cristo y de ella surge la formulación de la profesión sobre quién es realmente Jesús.

Incluso puede darse que, en la coyuntura actual, el interés por la Teología de la liberación en la opinión pública esté disminuyendo. Pero, a la luz de las cuestiones objetivas nunca resueltas, esta desempeña una obra indispensable para el servicio de la Iglesia de Cristo a favor de la humanidad, un servicio transformador, a nivel de la reflexión y de la pastoral. La Teología de la liberación es irrenunciable, tanto a nivel regional como para la comunicación teológica universal.

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